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lunes, 4 de junio de 2012

Coctel de creencias fantasiosas






Agregue una medida de esoterismo, un par de cucharadas de dualismo religioso, media medida de teoría gnóstica, unas cuantas gotas de ocultismo; añada relativismo al gusto y una pizca de cristianismo. Agite bien todos los ingredientes en la coctelera y sirva con unos cubos de energía cósmica en una copa o vaso de superstición.
Puede acompañarse con algo de pensamiento mítico y mágico. No es necesario utilizar colador (ya que se prefiere todo revuelto con ideas que proceden de la astrofísica) y sírvase lentamente evitando derramar especulación. ¡Cuidado: bebida de alta            graduación mistérica!
Parece que hoy en día éste es el coctel de ideologías preferido por propios y   extraños. Un coctel refrescante para una sociedad espiritualmente sedienta de un mundo feliz y perfecto, en donde el hombre intenta dejar tranquilo a Dios en el cielo para poder gobernar solo en la tierra. Un coctel sugestivo para una humanidad que se ha acostumbrado a vivir la vida “a la carta”. No es una religión; no es una filosofía; no es una ciencia; es un coctel donde el ingrediente principal es el “dios Yo”, el “vivo a mi manera”. 
Esto no es novedad, ya que vivimos en una era escéptica en la que dominan como actitudes y convicciones fundamentales el egoísmo, el materialismo, el subjetivismo y el relativismo. Una era en la que se busca la           independencia absoluta de la razón humana frente a cualquier autoridad o enseñanza; en la que se cree que el hombre culto y moderno debe librarse de los mitos enseñados por la Iglesia a la que consideran oscura y           retrograda.  Una era en donde la gente vive como si Dios no existiera, navegan con una bandera de tolerancia  total, pero se contradicen al rechazar los valores y los caminos religiosos auténticos a favor del libertinaje.
Ahora hemos sido inundados por una ola cultural-filosófico-religiosa llamada Nueva Era o “New Age”. Una nueva forma de ver, pensar y actuar, que ha venido influyendo desde hace medio siglo el estilo de vida de millones de personas consciente o inconscientemente.  Una corriente de ideas tan difusas que gran número de    personas las comparte sin que sea necesario renegar de la propia cultura y tradiciones. Convincente para muchos porque no excluye a nadie de su promesa de salvación, sino que predica un relativismo absoluto en el campo    religioso, moral e intelectual que disuelve toda noción de verdad y de bien.  Niega pues,  la distinción entre la    verdad y la mentira, el bien y el mal, dejando a cada uno escoger según sus propios gustos y criterios. No tiene  fundador, ni domicilio social, ni libros sagrados, ni líder, ni dogmas.  Es una espiritualidad en un sentido amplio, sin Dios ni gracia.
Nueva era, sí, pero un viejo engaño. El típico engaño del fuego que no quema. Un sistema repleto de una moral subjetiva donde caben todas las teorías filosóficas y muchas verdades simultáneas. Se descarta  la responsabilidad moral de la persona humana y se niega la existencia del pecado. He aquí el peligro. Este coctel viene adulterado. La Nueva Era no solo es incompatible con la Iglesia Católica, sino que es una auténtica máquina anticristiana.  Es una fraudulenta apuesta por el pluralismo cultural mal entendido. Presenta los intereses materiales como falsa felicidad y un concepto erróneo de la libertad humana. 
¿Acaso tenemos miedo al compromiso? ¿Acaso pretendemos una salida fácil y eludir los grandes interrogantes de la vida? ¿En verdad creemos que nos conviene seguir cerrados a la verdad y seguir negando rotundamente la posibilidad de un conocimiento objetivo de la verdad?
Basta ya de indiferencia y de apatía. El hombre no puede permanecer en la superficie y continuar viviendo de los vaivenes temiendo presentarse un ideal alto. Es hora de despertar y sacudirnos la resaca producida por tanto engaño y comenzar a reflexionar y cuestionarnos las preguntas más profundas sobre la vida.
Autor: H. Edgar Corona L.C.

miércoles, 2 de mayo de 2012

¿QUIERES SALVAR TU MATRIMONIO?



Aquí te compartimos algunos retos para que empieces a trabajar hoy.

DÍA 1. Aunque el amor se comunica de distintas maneras, nuestras palabras a menudo reflejan la condición de nuestro corazón. Durante el próximo día, decide demostrar paciencia y no decirle nada negativo a tu      cónyuge. Si surge la tentación, elige no decir nada. Es mejor contenerte que expresar algo que luego          lamentarás.

DÍA 2. Hoy, también, además de no decirle nada negativo a tu cónyuge, realiza al menos un gesto inesperado como acto de amabilidad.

DÍA 3. Es difícil que te importe algo en lo que no inviertes tiempo, energía y dinero. Además de refrenarte de los comentarios negativos, cómprale algo a tu cónyuge que le comunique: "Hoy estuve pensando en ti" 

DÍA 4. Ponte en contacto con tu cónyuge en algún momento del día. Pregúntale cómo está y si puedes hacer algo por él.

DÍA 5. Pídele a tu cónyuge que te diga tres actitudes que le incomodan o le irritan de ti. Debes hacerlo sin atacar ni justificar tu conducta. Su perspectiva es la importante en este caso. 

DÍA 6. Frente a las circunstancias difíciles de tu matrimonio decide reaccionar con amor en lugar de irritación. Haz una lista – por prioridades- de las cosas que necesitas añadir en tu agenda. 

DÍA 7.  Busca dos hojas de papel. En la primera escribe cualidades positivas de tu cónyuge, en la segunda, los aspectos negativos. En algún momento del día elige un atributo positivo de esa lista y dale gracias a tu cónyuge por esa característica. Coloca las dos hojas en un lugar secreto para otro día. Hay un propósito y un plan distinto para cada una.

DÍA 8. Como el amor no es egoísta y coloca a los demás en primer lugar, te lleva a celebrar los éxitos de tu cónyuge en lugar de sentirte contrariado por ellos. Dile a tu cónyuge cuánto te alegra algo que haya logrado hacer recientemente. Toma la lista de atributos negativos que hiciste ayer y quémala con discreción. 

DÍA 9. Piensa una manera especial de saludar hoy a tu cónyuge para reflejar tu amor por él. Hazlo con una sonrisa y con entusiasmo.

DÍA 10. Haz algo fuera de lo común por tu cónyuge: Lava su automóvil. Limpia la cocina. Compra su postre favorito. Dobla la ropa lavada. Demuéstrale amor por la pura satisfacción de ser su compañero en el matrimonio. 

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“Desafío del Amor”



lunes, 30 de enero de 2012

Aprende a ser flexible


 Para mejorar tu vida no hay nada como saber adaptarse a cualquier situación, sin dejar de ser uno mismo.
Los científicos están de acuerdo: sobreviven aquellas especies cuya capacidad de adaptarse es sobresaliente.

Y esto se aplica a tu vida también: la carrera, la familia, la amistad. Ser cuadrado e intransigente es un terrible obstáculo para cualquier persona.

La flexibilidad es la capacidad de adaptarse rápidamente a las circunstancias, los tiempos y las personas, rectificando oportunamente nuestras actitudes y puntos de vista para lograr una mejor convivencia y entendimiento con los demás.

En ocasiones se ha entendido a la flexibilidad como “ceder” siempre para evitar conflictos, pero ser flexibles no significa dejarse llevar y ser condescendientes con todo y con todos. Aprender a escuchar y a observar con atención todo lo que ocurre a nuestro alrededor, constituye el punto de partida para tomar lo mejor de cada circunstancia y hacer a un lado todo aquello que objetivamente no es conveniente.

Es decir, la flexibilidad mejora nuestra disposición para no andarse peleando por cualquier cosa y conseguir llegar a acuerdos. Seguro conoces al típico cuate que no hace más que decir que “tal cosa no se puede”, “que tal otra no es así, sino asá”. Con el tiempo, las personas así, poco flexibles, se van quedando solas.

Algunas veces nuestra capacidad de adaptación se somete a pruebas severas: cambiar de ciudad, de casa; de escuela o un giro completamente distinto al que desarrollábamos. En todos estos cambios debemos tratar con personas diferentes, con sus costumbres y factores distintos a los que estábamos acostumbrados. La rapidez con que nos identifiquemos al nuevo ambiente, marcará desde el primer momento el éxito o fracaso en nuestro desempeño y las relaciones con los demás.

Para que tus propósitos de mejora tengan fruto, es necesario identificar y corregir algunas de las actitudes que nos impiden vivir cabalmente este valor:

- Calma. Procura que tu primer impulso no sea dar un sí o un no como respuesta. Aprende que aceptar o negar tiene su momento. Escucha, observa, medita y actúa.

- Habla cuando sea necesario, o calla si las circunstancias lo exigen. Las conversaciones forzadas no llevan a ninguna parte, cuantas veces nos empeñamos en hablar de un tema que a nadie interesa.

- Busca el mejor momento para opinar algo.

- Aprende a dejar una conversación en el momento oportuno, evitando discusiones que no llegarán a algo sensato. Nada ganas con aferrarte para tratar de convencer a una persona que no quiere escuchar.

- Trata a cada persona según su peculiar forma de ser, lo cual se traduce en respeto.

- Rectifica cada que sea preciso tus opiniones o actitudes. Corregir los errores, pedir perdón o aclarar la equivocación en nuestro juicio, demuestra sencillez y rectitud de intención.

- Respeta las reglas o normas que imperan en los distintos lugares a los que asistes, a menos que afecten la integridad y la seguridad de cualquier persona.

Si aprendes a ser flexible, nunca tendrás obstáculos en la comunicación o tus relaciones sociales, tu adaptación será tan natural que nunca parecerás extraño.

jueves, 26 de enero de 2012

“COMO PONER LÍMITES A MIS HIJOS SIN DAÑARLOS”



1.- EL LIMITE DEBE SER IMPORTANTE PARA  LA PERSONA QUE LOS PONE
·         Tomar en cuenta  en que momento decidimos que limite vamos a poner .Debe ser un límite importante para los objetivos de la familia y por lo tanto para la educación del niño, y, se le debe dedicar tiempo y esfuerzo para que se  pueda cumplir. 
2.- DEBEN SER CLAROS
·         Deben tener el mismo significado para varias personas  y asi evitar confusiones en el niño
·         Deben apoyar lo que decimos con acciones
3.-EXPRESARSE POR ANTICIPADO
·         Cuando las reglas del juego están claras  y son conocidas por anticipado por el niño, el sabrá como comportarse.
4.-EL LIMITE DEBE SER COMPRENDIDO CLARAMENTE POR EL NIÑO
·         Debemos darle mensajes cortos y concretos, preguntarle si comprendió.
5.-MARCARSE CON AFECTO
·         Los gritos y los enojos a veces funcionan por el temor pero a la larga pierden su efectividad.
6.-AL ESTABLECERLOS HAY QUE PRESENTAR ALTERNATIVAS
·         Dar opciones relacionadas  a la manera  que el niño pueda cumplir, de esta manera ayudamos al niño a tomar  decisiones.
7.-DEBEN SER CONSISTENTES
·         Hay que repetir  las cosas hasta que los conceptos o el comportamiento formen parte de la vida diaria del niño y se vuelvan automáticos. Es importante  tomar en cuenta los pequeños logros, si perder de vista  el objetivo.
8.- EN LIMITES FIRMES DEBEMOS  ESPECIFICAR LAS CONCECUENCIAS
·         Cuando ponemos limites   firmes  debemos establecer las consecuencias  por anticipado  las consecuencias  deben ser del mismo tipo que la falta que se comete, es importante ser consistente  con ellas. Su objetivo es que ayuden al niño  a comprender  el efecto que tienen sus acciones  en el mundo que lo rodea. No se trata de castigar, sino de poner en orden lo que está mal.

JERARQUIZAR LOS LÍMITES  
No todos los límites tiene la misma jerarquía ,ni los podemos poner al mismo tiempo
Porque dejaríamos sin respiro al niño.
Hay que reflexionar sobre:
·         DONDE VAMOS A INVERTIR ENERGIA
·         DONDE  NO VALE LA PENA INSISTIR
·         DONDE HEMOS INSISTIDO Y NO VALE LA PENA  PORQUE NO REPORTA NINGÚN BENEFICIO.

CONCLUCIONES
Establecer límites  a los niños  es una forma de decirles que uno se preocupa por ellos;  enseñarles como funciona el mundo que los rodea y sobre todo, demostrarles que los queremos y respetamos.

Poner limites  correctamente nos permite educar mejor a los niños y al mismo tiempo nos evita caer en un desgaste físico y emocional.

jueves, 19 de enero de 2012

El que persevera alcanza.



Es tiempo de que los buenos propósitos se vuelvan realidad. La perseverancia puede ayudarte en este comienzo de año
A principios de año comenzamos nuestra lista de "buenos propósitos", pero no siempre los alcanzamos.

Como ya te habrás dado cuente, la vida es una auténtica lucha a máscara contra cabellera. Desde la escuela, "aguantar" a los padres, comprender al novio o novia hasta hacer cosas que nos desagradan. Desde pequeñas crisis hasta grandes huracanes, la vida es hermosa, pero no necesariamente sencilla.

Si somos como un barquito de papel, la menor llovizna nos hunde irremediablemente. Hace falta la fortaleza.

El combustible para que la perseverancia pueda moverse largamente es el de la visión de largo plazo y la profundidad. Los seres humanos preferimos el bien inmediato. Una persona puede utilizar una droga porque en el momento de administrársela a su cuerpo percibe sensaciones que le gustan, pero no le importa que su cuerpo se dañe en el largo plazo. Esa miopía provoca que hagamos grandes tonterías en nuestras vidas por obtener satisfacción instantánea. El punto es que con la perseverancia, debemos tener la fortaleza de no dejarnos llevar por lo fácil y lo cómodo, a cambio de obtener algo más grande y mejor en el futuro. Si vemos la vida con superficialidad entonces nos dejaremos llevar por las cosas inmediatas.

Cuando hablamos de perseverancia, valdría la pena tomar un papel y ver nuestros propósitos de año nuevo. El problema con los propósitos es que siempre decimos el "qué" pero nunca el "cómo". Por otro lado, a veces no conocemos a fondo nuestras capacidades (o falta de ellas) para poder establecer objetivos que realmente podamos alcanzar.

La lista de año nuevo, y cualquier propósito que emprendamos (una relación afectiva, un trabajo, un cambio de residencia), debería estar acompañado de un recuento de los medios con los que vamos a lograr ese trabajo. Si queremos arreglar una cañería rota, necesitaremos herramientas, y sería muy bobo desalentarnos porque no pudimos llegar hasta la cañería por el muro con las uñas ¡Hacen falta herramientas! Esas herramientas son nuestras habilidades, circunstancias, posibilidades y conocimientos. ¿Cómo aplico mis habilidades, circunstancias, posibilidades y conocimientos para que mi relación de pareja sea estable? ¿Cómo intervienen mis posibilidades en ese nuevo trabajo? ¿Qué se hacer bien y mal?

La perseverancia requiere sentido común. A cambio de contar con el valor de la perseverancia obtendremos el gozo de luchar por lo que queremos. Tal vez no lo logremos de inmediato, incluso tal vez no logremos algo en el final, sin embargo es importante disfrutar el camino. La perseverancia brinda estabilidad, confianza y es un signo de madurez.

A veces nos olvidamos de la sabiduría popular, pero no sería mala idea reflexionar solo un momento el viejo refrán: “El que persevera alcanza”.

miércoles, 18 de enero de 2012

Ganar: cuestión de ganas



Renunciar a ser mejor en la vida es una opción para muchos. Superarse es otra posibilidad ¿De qué lado estás?
La vida está llena de oportunidades, saber aprovecharlas y obtener lo que se quiere es el centro de nuestras aspiraciones.


Actualmente se habla de excelencia personal y el éxito al alcance de la mano, sin embargo, muchas de estas fórmulas se enfocan a la solución de problemas y al logro de una posición económica preponderante, quedando cortas en lo que a la superación personal se refiere, la verdadera superación no tiene cantidad sino calidad.

La superación es el valor que nos motiva a perfeccionarnos, en lo humano, profesional y económico, venciendo los obstáculos y dificultades, desarrollando la capacidad de hacer mayores esfuerzos para lograr cada objetivo.

Si la superación es un deseo innato de los seres humanos ¿por qué en ocasiones nos detenemos?

El principal obstáculo somos nosotros mismos, nuestros temores encubiertos de excusas, con la vana esperanza de una oportunidad "de oro" o el momento adecuado para cambiar de vida; en el peor de los casos, la pereza y el pesimismo propios del conformista.

Podemos observar a mucha gente habladora, que siempre andan contando sus planes y sus nuevos proyectos, sin embargo, todo se queda en las palabras, con el pretexto de que la vida no es fácil.

La superación no llega con el tiempo, el simple deseo o con la auto motivación, requiere acciones inmediatas, planeación, esfuerzo y trabajo continuo.

Existen aspectos fundamentales y prioritarios para superarse de verdad:

- Podemos comenzar por ver nuestros hábitos y costumbres: el cuidado de las cosas ajenas y personales; el orden en nuestras comidas, diversiones y descanso; ocupar nuestro tiempo libre para tener convivencia, cultivar pasatiempos o realizar actividades sencillas…

- En el terreno del conocimiento no basta lo que hemos aprendido en la escuela, continuamente debemos buscar los medios para ser mejores, quizá te parezca una babosada pero, ¿sabes sacarle todo el jugo posible a tu computadora?

La superación personal se encuentra en la persona misma y no tanto en lo externo, es una actitud que acaba necesariamente en el triunfo.

Renunciar a mejorar equivale a una vida triste, gris y con falta de aspiraciones, en una palabra: conformismo.

Las posibilidades de superación son innumerables y ante tantos aspectos podemos caer fácilmente en el desánimo. Además de tomar la firme decisión de iniciar hoy mismo, conviene elaborar un pequeño plan para hacerlo de manera ordenada y llevarlo a la práctica de forma consistente.

Siempre habrá obstáculos, pero la verdadera superación consiste en afrontarlos y ante ellos cobrar nuevos bríos. En esta vida nada es fácil, todo lo que vale la pena requiere de perseverancia y paciencia para alcanzarlo.

martes, 17 de enero de 2012

Libertad Responsable

Nacemos con libertad; pero hemos de aprender a ejercitarla. Se nos ha dado la capacidad de pensar y decidir por nosotros mismos; pero hemos de ajustarnos a la Verdad y al Bien, porque ambos existen, aunque en nuestra cultura relativista todo se cuestione.
Libertad, es palabra que oímos con frecuencia en boca de la gente. La escuchamos en familia y en el parlamento, en mercados y en las calles, escrita la vemos en paredes y pancartas , en los libros y periódicos. Su utilización está bien vista y en ocasiones hasta se hace indispensable pronunciarla. En una sociedad como la nuestra, rendida a sus encantos, los hombres se creen libres cuando hacen los que les viene en ganas ; pero eso no es la libertad. La Libertad con mayúscula es otra cosa.
A partir de aquí se explican muchas cosas. En nombre de la libertad se han realizado proezas sin medida. Hombres y mujeres han estado dispuestos a morir por ella. En nombre de la libertad también se han cometido y se cometen muchos crímenes y abusos; si lo sabría bien la musa de la revolución francesa Madame Roland quien antes de morir guillotinada en el Paris del siglo de las luces, alzó su mirada hacia la estatua de la Libertad para decir “¡Oh libertad cuantos crímenes se han cometido en tu nombre”
¡Lástima que de ello no hubiera dado cuenta antes! La palabra libertad en boca de los mártires y santos puede que sea una de las palabras más hermosas de nuestro diccionario; pero en boca de exaltado libertarios puede infundirnos pavor.
Las ideologías de las últimas décadas nos han trasmitido un fervor idolátrico por la libertad y lo que nosotros hemos hecho es quedarnos sin más con la palabra simplemente, sin profundizar en su sentido. De su auténtica verdad hemos quedado huérfanos, la hemos ido expurgando de todo compromiso, la hemos ido ensuciando hasta hacerla irreconocible. La libertad ha llegado a ser sinónimo de permisividad. A más permisividad más libertad , como si ambas fueran mitades de un mismo todo. Éste es el drama de nuestro tiempo.
La libertad que a la gente gusta es la que da derecho a todo y nos dispensa de cualquier deber. Es la libertad exenta de responsabilidades y de cargas. Es la libertad del que dice: que me dejen ser libre para vivir mi vida y poder saciar mis apetitos, libre para entregarse a la perversión que más le apasiona, libre para hacer con su cuerpo y con su vida lo que quiera, porque para eso es suyo. Libertad para probarlo todo. Se pide libertad para poder entrar en barrizales de accesos fáciles, aún a sabiendas de que una vez dentro va a ser imposible salir de ellos, porque encadenan de por vida. Libertad, libertad en todo y para todo. Esta y no otra es la libertad que a veces se predica, que a veces se bendice, que a veces se tolera. En una sociedad así los jóvenes no tienen necesidad de ser rebeldes o inconformistas porque todo se consiente. Gracias papá , gracias mamá por comprenderme , por no cercenar mi libertad, por dejarme hacer lo que yo quiero…Cualquiera puede ver por nuestras calles, jóvenes, también niños y niñas, arrastrarse por el suelo, víctimas del alcohol o de la droga. Siento pena por ellos, porque me imagino cual puede ser su final. …¿qué se puede pensar de una libertad así?
Aspirar a ser libres sin ataduras de ninguna clase es un sueño imposible, pretender hacer y deshacer sin tener que responder por ello ante nada ni nadie es una indignidad. . Normalmente sucede, que quien comienza haciendo sólo lo que le apetece, acabe siendo lo que nunca quiso llegar a ser. Responsabilidad de los gobiernos, de la sociedad , de los educadores, de los padres, de todos es hacer de la libertad, expresión de la suprema dignidad del hombre asociada al deber, a los compromisos y exigencias de nuestra Naturaleza Humana, nunca un camino fácil hacia la degradación y hacia la esclavitud de nuestras propias pasiones. En nuestro mundo materialista y ateo aún se sigue hablando del ideal de la libertad; pero esto es engañoso pues sin Dios la libertad no es posible.
Nunca como ahora el hombre se ha sentido tan libre; pero ¿en realidad lo es? Habría que recordar al respecto aquellas palabras de Goethe ”Nadie es más esclavo que quien se considera libre sin serlo. No esperes que nadie te regale esta libertad de la que hablo , eres tú quien tiene que conquistarla.

miércoles, 11 de enero de 2012

¿Cómo ser una persona auténtica?


Todos queremos ser diferentes y originales, pero ¿qué hacen las personas que son verdaderamente auténticas? Aquí te lo decimos.
El deseo de superación siempre será bien visto, pero con relativa frecuencia perdemos tiempo en querer ser precisamente lo que no somos: porque en ocasiones gastamos más de lo que tenemos para dar la apariencia de una mejor posición económica, no se diga en el modo de comportarse o de vestir según el círculo social al que queremos pertenecer; copiar el estilo de hablar elocuente o gracioso que utiliza otra persona, o la tendencia a participar activamente en conversaciones como conocedor y erudito, sin tener el mínimo conocimiento. En resumidas cuentas, esta manera de ser se debe a la falta de aceptación de sí mismo.

En ocasiones la auto-aceptación se hace más difícil por lamentarnos de lo que no tenemos. En distintos momentos y circunstancias personas han dicho: "si hubiera nacido en una familia con mejor posición económica, otra cosa hubiera sido"; "si yo tuviera las cualidades que (aquel tiene…"; "si hubiera tenido la posibilidad de una mejor educación…"; "si se me hubiera presentado esa oportunidad…" ¿No es también una pérdida de tiempo de la que hablamos al principio?

Para ser auténticos hace falta algo más que copiar partes de un modelo, como si quisiéramos adueñarnos de una personalidad que no nos pertenece, o peor aún, pasar la vida esperando "la gran oportunidad" para demostrar lo que somos y lo que podemos lograr. Las experiencias, el conocimiento y la lucha por concretar propósitos de mejora, hacen que con el tiempo se vaya conformando una personalidad propia.

¿Qué hacer entonces para ser auténticos?

- Evitar la mentira y la personalidad múltiple. Ser el mismo siempre, independientemente de las circunstancias.

- Cooperación y comprensión para evitar el deseo de dominio sobre los demás, respetando sus derechos y opiniones.

- Ser fieles a las promesas que hemos hecho, de esta manera, somos fieles con nosotros mismos.

- Cumplir responsablemente con las obligaciones que hemos adquirido

- Hacer a un lado simpatías e intereses propios, para poder juzgar y obrar justamente.

- Esforzarnos por vivir las leyes, normas y costumbres de nuestra sociedad.

- No tener miedo a que "me vean como soy". De cualquier manera, mientras no hagamos algo para cambiar, no podemos ser otra cosa.

La autenticidad da a la persona una natural confianza, pues con el paso del tiempo ha sabido cumplir con los deberes que le son propios en el estudio, la familia y el trabajo, procurando perfeccionar el ejercicio de estas labores superando la apatía y la superficialidad, sin quejas ni lamentaciones. Por la integridad que da el cultivo de este valor, nos convertimos en personas dignas de confianza y honorables, poniendo nuestras cualidades y aptitudes al servicio de los demás, pues nuestras miras van más allá de nuestra persona e intereses.